Aquí sí hay playa
Llevaba tiempo queriendo escribir este artículo, pero la falta del mismo hace que se queden cosas en el tintero, o más bien en el teclado pero, como todo en esta vida, al final llega ese momento.Tal vez en algún momento de vuestras vidas habeis oido hablar (los madrileños más que oir, lo habrán visto) del Mercado de Fuencarral de Madrid, y sino esta es una buena oportunidad para estrenarse.
El caso es que hace ya más de diez años abrió en la conocida calle madrileña como un lugar de vanguardia donde se juntan el diseño y la creatividad a partes iguales. Pero claro, todo muy moderno y alternativo pero seguía sin tener aquello que tanto añoran (bien pensado no pueden añorar algo que no tienen) en la capital, la playita y como aquí en Valencia tenemos playa de sobra dijeron, pos vamos a abrir un Mercado de Fuencarral en Valencia, y aquí lo tenemos desde el pasado mes de Diciembre.
Todo esto no es más que una simpática ocurrencia, pero lo del Mercado de Fuencarral en Valencia sí que es cierto, y la verdad es un soplo de aire fresco ante la proliferación de Centros Comerciales surgidos últimamente cortados por el mismo patrón, con las mismas tiendas, los mismos restaurantes y lo mismo de todo. No he tenido la oportunidad de visitar el original, pero en el de la calle Tirso de Molina se respira el diseño por los cuatro costados. Algunos productos que han aparecido en el blog pueden verse por allí como la silla One de Grcic, el taburete Myura también de Konstantin (bueno, más bien una imitación), el arroz Sivaris de Pepe Gimeno o las botellas de agua de Morillas y Lovegrove. Pero no vamos a ser cansinos y repetitivos, y hoy hablaremos de una silla que se encuentra en la cafetería de la planta baja, aunque tal vez ya no esté porque todo el mobiliario está en venta.
Se trata de la silla Supernatural que diseñó el galés Rose Lovegrove en 2005 para la firma italiana Moroso. Es imposible encontrar una linea recta en esta silla de formas orgánicas, acentuadas con esas perforaciones en el respaldo que permiten un bonito juego de luces y sombras.
Se fabrica en polipropileno inyectado reforzado con fibra de vidrio, y en palabras del propio Ross «representa una nueva visión de la forma» y, gracias a su generación mediante datos digitales, se combinan la naturaleza orgánica de sus formas con el sofisticado proceso de fabricación, el cual utiliza dos capas de polipropileno con fibras de vidrio para lograr una armonía entre las características estructurales internas y las características estéticas externas.
La silla cuenta con la versión sin el perforado en el respaldo, completando la colección una butaca que sigue con la linea de formas orgánicas. Es válida tanto para interior como para exterior y se pueden apilar hasta 8 sillas.
Por cierto, si os ha gustado la silla y todavía no la han comprado, creo recordar que la vendían por 60€, un precio razonable si quieres tener un objeto de diseño en casa, eso si, usado.